Una investigación en la que participan científicos de la Universidad de Alicante y de Estados Unidos constata que la acumulación de una proteína conocida como alfa-sinucleína en la retina es un buen biomarcador que podría ayudar a detectar el párkinson y el grado de severidad de esta enfermedad.
Este trabajo ha sido publicado en ‘Movement Disorders’, prestigiosa revista a nivel mundial en el campo de la neurología clínica que edita la Asociación Internacional del Parkinson y Desórdenes del Movimiento, y se enmarca en un proyecto científico más amplio financiado por la Fundación Michael J. Fox.
El principal investigador del proyecto, que empezó en febrero de 2015, es el doctor Nicolás Cuenca, coordinador del grupo de investigación del Sistema Visual de Neurobiología y Terapia de las Enfermedades Neurodegenerativas de la Universidad de Alicante (UA). En el estudio participa también el doctor Thomas Beach, del Instituto de Investigación de Salud Sun Banner, de Sun City, Arizona (EEUU), así como expertos de la Universidad Estatal de Arizona y de la Clínica Mayo de ese estado. El trabajo es novedoso a nivel mundial porque se ha llevado a cabo con retinas de pacientes de Parkinson fallecidos, donadas al Sun Banner, un centro dedicado a la investigación de esta patología y de la enfermedad del Alzheimer, y enviadas a la UA para ser estudiadas por Cuenca y también por la investigadora predoctoral de la Universidad de Alicante Isabel Ortuño Lizarán.
En diversas entrevistas, Cuenca y Ortuño Lizarán explican que han estudiado en concreto la proteína alfa-sinucleína porque es una de las principales marcas patológicas que se suelen analizar para determinar si se padece de párkinson, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a entre siete y diez millones de personas en el mundo. Los pacientes de párkinson presentan en el cerebro como signo característico de esta enfermedad una acumulación de esta proteína, que forma una estructura llamada cuerpos de Lewy, cuyo número va aumentando conforme la enfermedad avanza.
Los investigadores destacan que la trascendencia científica del trabajo que han realizado estriba en que, por primera vez, han identificado cuerpos de Lewy en retinas de personas con Parkinson. Ese resultado es fruto del estudio de las retinas remitidas por el Banner Sun de pacientes postmortem con párkinson, cuyos datos clínicos y de anatomía patológica del cerebro están recopilados en ese instituto estadounidense.
Además, los investigadores han encontrado una correlación: cuanto mayor cantidad de alfa-sinucleína hay en la retina, más alteraciones del tipo motor y clínico del párkinson se producen, lo que significa que la enfermedad está en un estadio mayor de gravedad.
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